Cristina Blanco, CEO de Antolin

“La clave de un buen liderazgo es tener un equipo diverso y motivado con un plan bien trazado y orientado al resultado”

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Cristina Blanco comenzó su carrera en el departamento financiero de Antolin cuando la empresa burgalesa era ya un actor potente en España y comenzaba a dar sus primeros pasos fuera de nuestras fronteras. Hoy, 23 años después, es la CEO de este gigante empresarial, reconocido como uno de los mayores proveedores de interiores de automóviles de todo el mundo. Como cabeza visible dentro de una industria típicamente dominada por hombres, destaca la importancia de la “resiliencia”, una capacidad clave para superar los retos que surgen en el día a día de la gestión de una industria tan exigente y cíclica como la de la automoción.

En este camino, ha participado de manera directa en la consolidación de la compañía familiar, primero como directora de Planificación Financiera y de Tesorería, más tarde como directora financiera corporativa, y, desde el pasado octubre, como CEO. A día de hoy, gestiona una empresa que cuenta con cerca de 22.000 empleados en 120 plantas distribuidas en 25 países. Su llegada a un puesto directivo ha sido “muy natural”, destaca esta bilbaína, para quien ser mujer nunca ha sido un impedimento en su trayectoria profesional. Al contrario, destaca el respaldo con el que ha contado siempre por parte del equipo directivo de Antolin, que le ha permitido desarrollar todos sus proyectos con “total libertad y confianza”.

De hecho, considera que se ha avanzado mucho en España y que las empresas “están concienciadas para impulsar el talento femenino y fomentar la igualdad de género en sus organizaciones”. Aunque señala que “lograr la mayor presencia femenina en puestos de alta dirección es un camino que requiere todavía trabajar en varios aspectos”. Una de estas áreas de mejora es la educativa, que le parece una cuenta pendiente.

“Hay un trabajo importante a realizar a nivel educativo y de formación para dotar a las jóvenes de las capacidades necesarias para el liderazgo”, además de otros “condicionantes externos”, como el hecho de que la presencia de las mujeres en las carreras STEM sea baja, lo que repercute directamente en sectores como el suyo. Por eso son importantes las iniciativas que proporcionen referentes a las niñas y jóvenes en este ámbito, opina.

“Es una realidad que necesitamos contar con más referentes de liderazgo femenino que fomenten y estimulen la vocación empresarial y la carrera profesional en las niñas”. “Los ejemplos de mujeres que llegan a los lugares en los que se toman decisiones -apostilla- son importantes para que las niñas de hoy quieran parecerse a ellas el día de mañana”.

Cristina Blanco está convencida de que “la diversidad ayuda a crear una sociedad mejor” y pone de relieve los pasos que se dan dentro de Antolin en este sentido. “Somos conscientes de la importancia de incorporar perspectivas diferentes y trabajamos de forma activa para fomentar la inclusión a todos los niveles”, añade. Esta premisa parecería un reto en una empresa que tiene trabajadores en 25 países y que cuenta con equipos transversales que integran multitud de razas, orígenes y creencias. Pero es al contrario: “Nuestra implantación global es una ventaja, ya que tenemos acceso a múltiples puntos de vista que enriquecen y alimentan la información con la que cuento para la toma de decisiones”, agrega.

Se considera una persona pragmática, que aplica “la proactividad y la agilidad” en la toma de decisiones. Son aspectos fundamentales para ejercer un buen liderazgo, a los que suma su carácter optimista, que le permite “afrontar las dificultades con una perspectiva constructiva”.

El equipo es una palabra que Cristina Blanco repite a menudo. El gran activo de Antolin, señala, es el equipo de profesionales “de primer nivel” con el que cuenta. Considera que es imprescindible que los líderes actuales sean “empáticos” y que la empresa preste atención a cuestiones como el bienestar y la salud mental de los empleados, lo cual repercute además en la productividad diaria.

“Los líderes debemos trabajar más las habilidades blandas, no solo porque el entorno de incertidumbre lo requiere, sino porque, en la era de la digitalización y la Inteligencia Artificial, estas habilidades son las que marcarán la diferencia”, puntualiza.

En cuanto a la fórmula para gestionar una empresa como Antolin, cree que lo importante es que un líder sepa “gestionar con luces largas, anticiparse a lo que pueda acontecer y estar preparado para poner en marcha una estrategia exitosa”. La clave del buen líder es “tener un equipo diverso y motivado, con un plan bien trazado y orientado al resultado”, sin perder de vista “la integridad y los valores” de la compañía. Así se va en la dirección correcta, concluye.