Blanca Sorigué Borrell, Directora General del Consorci de la Zona Franca de Barcelona

“Estamos a años luz de que se apueste firmemente por las mujeres en la alta dirección”

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A Blanca Sorigué Borrell (La Pobla de Segur, Lérida, 1971) la acompaña siempre el apelativo “la primera”. Entre otros liderazgos, hace seis años se convirtió en la primera mujer en dirigir el Consorci de la Zona Franca de Barcelona y desde hace uno ocupa la primera vicepresidencia femenina de la Asociación Mundial de Zonas Francas (la World Free Organization). Se reconoce tenaz y trabajadora y cuenta que su mayor secreto es la ilusión. Lo sabe bien su equipo, pues ella mantiene que un buen líder es aquel capaz de conseguir “que el desmotivado se motive”, y así la empresa “aprovecha el rendimiento” de los suyos al máximo.

Madre de dos hijas y una de tres hermanas, Sorigué confiesa que lo “tuvo fácil” en la carrera hacia la igualdad porque en su casa no vio otra cosa que no fuera trabajo, lucha e igualdad de trato, pero como sociedad, aún hay muchos hitos que conquistar: “Estamos a años luz de que se apueste firmemente por las mujeres para la alta dirección, que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 sea una prioridad y no se ponga en duda”, opina, aunque desde el consorcio que pilota “se está haciendo desde hace años y con resultados positivos”. “Somos un altavoz para que estas políticas de igualdad de género a nivel empresarial tengan resultados inmediatos”, indica. “Prefiero ser la primera que la última, naturalmente, pero cuando nombran CEO en una empresa no se dice que ‘es el primero’. Al nombrarme, uno de mis propósitos fue justo ese: que mi esfuerzo haya servido de algo porque he podido tener la suerte de llegar y apoyar al resto de mujeres para que vean que dirigir una empresa es algo posible”.

Uno de sus proyectos insignia dentro de la centenaria empresa de Barcelona es el Feel the Zona Franca Power, que consigue adentrar a los alumnos de colegios públicos en el funcionamiento de una empresa química en la ciudad condal y que disciernan qué rol tiene cada uno de sus trabajadores. De ahí salen niños y niñas “queriendo programar un robot”, por ejemplo, una iniciativa comprometida con la igualdad desde la infancia, cuando se gesta buena parte de lo que esos pequeños serán mañana.

En su carrera hacia la cima cuenta con una dilatada trayectoria que comenzó con la licenciatura de Turismo (y la especialidad en organización de congresos), vivió después un año en Estados Unidos para formarse en el idioma de los negocios, cursó el Programa de Dirección General de IESE, atesora un Máster en Dirección de Marketing en la Universidad Pompeu Fabra y el Digital Business Executive Program de la escuela de negocios ISDI. Se inició en el Foro Alimentaria, para dirigir con éxito la dirección del Salón Internacional de la Logística (SIL Barcelona) y el foro inmobiliario Barcelona Meeting Point, entre otros eventos. Sorigué apunta a que han sido decisivos su capacidad de trabajo (porque “sin ello es difícil conseguir que las cosas ocurran”), la ilusión (su “motor”) y la innovación. “Es muy importante que quieras hacer cosas diferentes, que te preguntes si puedes mejorar algo; y así, la innovación genera oportunidades”. Asume que el momento más disruptivo de su mandato, en el que se sorprendió a sí misma, fue al coger las riendas de la empresa, en pleno maremoto del Covid, con una energía y creatividad inusitadas, capaces de desbordar con nuevas ideas. “Gracias a ello se creó el certamen Barcelona New Economy Week”.

Blanca Sorigué se exprime cada día con un altísimo nivel de exigencia. “Llevo 25 años sin rutina. Muchas veces me gustaría meterme en ella”, bromea. Recomienda la formación continua y, dando ejemplo, lidera con creatividad una de las siete zonas francas españolas, que es un gran polígono industrial donde se gestiona un importante patrimonio público y donde se instalan las empresas de los sectores logístico, alimentario y servicios. La Zona Franca de Barcelona cuenta con un extraordinario atractivo y es su ubicación delante del Puerto de la capital catalana, a diez minutos del aeropuerto de El Prat y puerta principal a Europa de las compañías. “Somos un modelo que muchos países quieren exportar”, se felicita la directora general del Consorci.