Teresa Campos, Directora de la Fundación Mutua Madrileña

“El liderazgo actual ha de ser cercano, colaborativo y capaz de construir un entorno que involucre a todo el equipo”

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La combinación de esfuerzo, formación y una pizca de intuición para aprovechar "cualquier oportunidad que se presente" ha sido determinante en la carrera de Teresa Campos, actual directora de la Fundación Mutua Madrileña. El camino profesional de Teresa se fue forjando gradualmente, como parte de "una evolución natural". Según relata, gran parte de su éxito se debe a la dedicación y a haber sabido ganarse, de manera progresiva, la confianza de sus superiores. "El trabajo duro y la perseverancia son lo que me han llevado a ocupar un puesto directivo, además de tener el conocimiento técnico necesario para desarrollar mi labor", subraya.

La palabra “perseverancia” sale a relucir varias veces durante la conversación, por lo que resulta evidente que Teresa no entiende la vida sin esfuerzo. Tampoco sin la valentía que requiere saber salir de la zona de confort. Aunque, eso sí, reconoce que hay que disfrutar, y mucho:  “Si no te gusta o no crees en lo que haces,  difícilmente podrás transmitirlo a tu equipo y seguir adelante cuando las cosas no van tan bien o no salen como pensabas”, apunta.

Está convencida de que los estilos de liderazgo han cambiado en los últimos años y que un responsable de equipo debe ser "cercano, colaborativo y capaz de construir un entorno que involucre a todos en los objetivos comunes de la compañía”. También es importante que los directivos se tomen en serio las acciones encaminadas a promover “la innovación y la participación” de sus subordinados.

Para definir el papel del dirigente empresarial, toma prestada una frase de Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña: "El papel de un líder consiste en tener una visión ambiciosa e ilusionante para el futuro de una organización y lograr que todo el equipo comparta esa visión". Para ella, lograr que el equipo persiga, de manera unificada, el propósito de una organización es la cualidad central que debe vertebrar el trabajo de cualquier directivo. "El líder actual debe ser motivador, ambicioso, buen comunicador y, a la vez, empático con su equipo, cuya ayuda es fundamental para lograr los objetivos marcados. Hay que tener siempre presente que se trata de un trabajo de colaboración", argumenta.

A la pregunta de si hacen falta referentes femeninos para estimular la vocación empresarial entre las niñas, contesta que, evidentemente, las mujeres deben “dar testimonio” de su trayectoria laboral. "Habrá valido la pena si, solo con nuestra historia, conseguimos motivar a una niña más a seguir adelante con su carrera, sin fijarse límites. Nunca se sabe dónde van a encontrar las niñas la inspiración", puntualiza.

Recuerda que Mutua Madrileña fue “una empresa pionera en garantizar la igualdad salarial en todos los niveles de la organización”. En esta línea, recalca, la compañía en la que trabaja tiene entre sus prioridades el impulso de la diversidad en su cúpula directiva. “Entre nuestros objetivos está seguir aumentando la presencia de mujeres en los puestos de mayor responsabilidad”, indica. Para lograr esta ambiciosa meta, despliegan de forma periódica un Plan Global de Diversidad de Género, que se elabora cada tres años y que impulsa la Alta Dirección de la aseguradora.

Además, en Mutua Madrileña y, por extensión, en su Fundación, cuentan con medidas de conciliación que buscan atender a las diferentes realidades de los profesionales que conforman la plantilla. Entre estas iniciativas, se encuentran aquellas dirigidas a “potenciar el equilibrio entre la vida personal y la profesional”. “Además de preocuparnos de la salud física de nuestros profesionales, hace un par de años pusimos en marcha un plan específico destinado a cuidar la salud emocional”, añade.