Reconoce contar con un elevado sentido de la responsabilidad que heredó de su madre, “una mujer emprendedora y valiente” y quien siempre ha sido su principal referencia en la vida. Gracias al ejemplo materno aprendió la importancia del amor por el trabajo bien hecho y el sentido del deber. “Es precisamente el esfuerzo, la perseverancia y la formación lo que más me ha ayudado en mi carrera profesional”, subraya.
En concreto, su formación técnica en Ingeniería Industrial le hizo ser “más perseverante, más capaz de superar dificultades y más analítica”. Asegura que siempre le han gustado las ciencias, pero destaca también la importancia del lenguaje y de saber comunicar con precisión: “Hoy en día se valoran mucho las carreras técnicas, pero la capacidad de expresión y de acertar con las palabras es también clave en el ámbito personal y profesional”.
Patricia Ayuela define su trayectoria profesional como “un camino de largo recorrido, en el que ha habido y sigue habiendo mucho trabajo. Habla también de un “enorme compromiso con hacer las cosas bien” y de una “gran entrega”, que no ha estado exenta de renuncias. Opina que “tanto en la vida profesional como en la personal, elegir un camino implica necesariamente descartar otros”. Por ello, se siente muy agradecida con Línea Directa por su compromiso con la conciliación familiar: “Me ha permitido desarrollarme profesionalmente hasta el puesto que ocupo hoy y, al mismo tiempo, ocuparme de mi familia, lo que para mí es irrenunciable”.
Madre de tres hijos, dos niñas y un niño, se muestra convencida de que la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo es el principal motor para el progreso de las personas. Asimismo, cree que las mujeres han avanzado mucho en posiciones de dirección y liderazgo y destaca que en la actualidad hay numerosas líderes que, por su posición o carrera profesional, pueden resultar “inspiradoras” para las generaciones más jóvenes.
Cuando se le pregunta por liderazgo, la CEO de Línea Directa responde que la capacidad de escucha es una de las principales virtudes que deben vertebrar a un buen líder. Esto, dice, implica humildad y no pretender tener todas las respuestas, sino “saber formular las preguntas correctas” y “rodearse de los mejores profesionales”. “Por supuesto es necesario tener, además, una visión clara y compartida del futuro y saber transmitir la energía y la confianza para conseguir la alineación de todas las personas de la organización con la estrategia. Y, por otro lado, es imprescindible la determinación y la valentía para tomar decisiones, aunque sean difíciles, y para cambiar las cosas, asumiendo la responsabilidad que conlleva”, añade.
Además, a la hora de dirigir, indica que la empatía es fundamental, así como contar con una cultura de empresa que ponga siempre el foco en las personas y en cuidar del bienestar de los empleados en un sentido amplio .
En referencia a cómo impulsar el liderazgo femenino, destaca la necesidad de contar con políticas de formación, desarrollo profesional y conciliación que empapen la cultura, los valores y a toda la organización. En este sentido, relata que estas medidas han favorecido a conseguir la paridad en Línea Directa, donde más de la mitad de los mandos intermedios, el 58% del equipo de dirección y el 57% del Consejo de Administración están constituidos por mujeres. “Lo hemos logrado sin cuotas, basándonos únicamente en la meritocracia, y ayudando a las personas, hombres y mujeres, a sortear las dificultades que podrían suponer un obstáculo en su carrera profesional”, aclara.