Mujer y tecnología. ¿Dos palabras irreconciliables?
Hace unos cuantos años fueron épocas complicadas pues las actitudes machistas estuvieron presentes en más de una empresa en la que trabajé. Pero, aun así, todo el aprendizaje y el esfuerzo fueron importantes y mi carrera profesional siguió adelante con mucho esfuerzo profesional, con dos hijos al cargo en un momento en que la palabra conciliación familiar no existía.
En 2014, tras realizar un Programa de Dirección General en EADA y ganar el primer premio del Proyecto de final de Programa, fui nombrada EADA Talent. Escribieron un artículo sobre mí titulado “Sin miedo a reinventarse”, ¡el título lo dice todo!
¿En qué momento de tu carrera profesional decidiste apostar al máximo por la tecnología?
Al tener que decidir qué carrera universitaria realizar, ya fue el primer momento de encaminar mi carrera profesional en el ámbito de la tecnología. Podríamos compararlo ahora con las personas que estudien un grado de IA o Data Science, su carrera profesional estará siempre inmersa en dichas tecnologías.
¿Qué barreras principales has encontrado en tu camino? ¿Realmente crees que el hecho de ser mujer y liderar posiciones tecnológicas en distintas empresas ha sido difíciles en ocasiones?
Me he encontrado en diferentes situaciones. En mis primeros dos trabajos relevantes, tanto en ITEC como en KPMG, tengo que decir que me sentí como uno más, con un trato personal y profesional donde ser mujer no importaba. Siempre lo diré: trabajé mucho, aprendí mucho y el respeto profesional y personal de una mujer en el ámbito tecnológico fue normal y muy bien acogido.
No fue igual en posteriores puestos de trabajo donde las actitudes machistas estuvieron presentes, con fatal de respeto de algunos de mis responsables y de algunos compañeros que intentaron, abusando de mi confianza, hacerme una barrera para que yo no accediera a puestos de responsabilidad que les interesaba a ellos.
¿Cuáles han sido tus mayores apoyos en la evolución de tu carrera? ¿Crees que contar con una amplia red de apoyo, contactos y aliadas puede marcar la diferencia?
Mis mayores apoyos han sido los profesionales que me han visto como una más. Aquellos que en momentos difíciles han estado ahí apoyándome. También, todos aquellos jefes de hace muchos años con los que aun guardo relación y que veían a la mujer como una más, no como competencia.
Yo he sido una mujer hormiguita, que no pretendía en su carrera profesional destacar porque sí, confiaba en que se me reconocieran mis logros de una manera natural, pero en un mundo tan lleno de “trepas” en ciertos años, eso no ayudaba a crecer por naturaleza y tuve que esforzarme mucho.
Un amigo me dijo una vez, hace muchos años, “deberías ser una ejecutiva agresiva” y yo le dije “no es mi estilo y no lo será nunca. Quiero crecer porque reconozcan mi trabajo, mi valor y mi inteligencia emocional”. Ahora la sociedad y las empresas están cambiando, ya estamos en un momento más de “Liderazgo con Inteligencia emocional”.
Estar en redes de mujeres es dar visibilidad, también es cierto. Pero creo más en el hecho de que las cosas sean naturales, que estemos mezclados y el valor de la mujer y del hombre salga por naturaleza.
¿Qué te preocupa a ti con respecto al futuro de la mujer directiva? ¿Qué hace falta en tu opinión? A veces no es importante sólo alcanzar las cifras, sino realmente conseguir la influencia necesaria para llevar adelante las estrategias deseadas. ¿Cómo te planteas esta situación?
Me preocupa que una mujer alcance un puesto directivo porque “hay que cubrir las cifras de igualdad”. Yo creo en el valor de cada persona sea hombre o mujer. Y desgraciadamente en una de las empresas donde trabajé, lo importante era equilibrar la cifra de hombres y mujeres, en un Comité de Transformación Digital, algo triste.
Por otra parte, a veces me sorprende que ciertas mujeres hayan llegado a ciertos puestos directivos por su supuesta valía, eso creo que hace daño y hasta es una falta de respeto no solo para otras mujeres sino también para los hombres.
Un abuso ahora de poner mujeres en puestos directivos se puede volver en contra dentro de unos años otra vez, al pensar los hombres que les hemos invadido su espacio de liderazgo. Sencillamente hay que crecer por valía, no por números. Los jóvenes hombres que ahora estudian para liderar en el futuro, ¿cómo se pueden sentir bien ahora estudiando o luchando por su puesto de futuro si ven que una mujer puede cubrir su puesto simplemente por ser mujer? Eso no debe ser así. Por ejemplo, en mi caso, mi hijo será un líder nato, ¡lo visualizo! y no me gustaría que una mujer, por el hecho de ser mujer, le quite un puesto de trabajo. Solo si su valía fuera mayor, desde luego.
Eso no quita que, en países con culturas muy machistas todavía, no hagamos lo posible por que cambie la situación, desde luego. Pero ahí es otro tipo de acciones sociales, culturales y económicas que hay que mover a nivel mundial.
La Inteligencia Artificial está dando pasos agigantados, en algunos casos supliendo funciones. ¿Crees que este avance puede afectar a ciertos puestos ocupados clásicamente por mujeres?
La inteligencia Artificial afectará de igual manera seas hombre o mujer. ¡La IA no entiende de sexo! Simplemente sustituirá puestos de tareas que se pueden realizar muy repetitivas tanto en puestos de trabajo más operativos y también más estratégicos, desde luego.
En mi caso pienso que la IA, a los que trabajamos 12 horas al día o más, nos ayudará a trabajar 8 horas que sería lo normal. Nos descargará de tareas que nos hacen perder el tiempo para focalizarnos en pensar con más espacio.
Pero volviendo a la pregunta inicial, creo que no remplazará más puestos de trabajo de mujeres que de hombres. Reemplazará ciertos puestos de trabajo sin más.