Aun en ese posible escenario, el presupuesto representa una importante declaración de prioridades fiscales e indica que la Administración Biden sigue comprometida con algunas de sus reformas más transformadoras.
La inmensa mayoría de las propuestas fiscales parte de presupuestos anteriores como:
Aunque es improbable que muchas de las propuestas fiscales de Biden se aprueben en el corto plazo, algunos de los cambios podrían utilizarse para recaudar ingresos en otros proyectos legislativos “menores” dentro de la actual legislatura.
Entrando en detalle, se han propuesto nuevos cambios como: el aumento del impuesto de Medicare, el Impuesto especial sobre la minería de activos digitales o cuadruplicar el impuesto especial sobre la recompra de acciones.
En lo que respecta al marco internacional, algunos de los cambios propuestos pueden tener un gran impacto en las inversiones y operaciones/transacciones transfronterizas que afectan a nuestros grupos y personas físicas.
Así, el presupuesto ofrece un paquete sustancial de cambios de reformas fiscales internacionales entre otros, sobre:
Por lo tanto, es esencial que las empresas, ya sean grupos, o pequeñas y medianas empresas, de Europa o fuera de EE.UU., así como los particulares personas físicas, soliciten asesoramiento fiscal y jurídico adecuado para determinar si las medidas propuestas, se apliquen al final o no, total o parcialmente, puedan afectarles en su situación fiscal actual y futura en EE.UU. o en sus respectivos países.
Aunque algunas de esas medidas no se introdujeran, es evidente que la Administración Biden y su agencia tributaria, el todopoderoso y temido IRS, se centrarán en dichos aspectos en el corto plazo.
Para cualquier información adicional o solicitud de asesoramiento fiscal internacional, póngase en contacto con su responsable fiscal más cercano en Grant Thornton o directamente conmigo en el correo juan.martinez@es.gt.com
