Tiene claro que las mujeres de ahora solo tienen que creérselo, ya que vivimos en “una sociedad de iguales” en la que es posible elegir con libertad el camino que se quiere seguir. “Si se ve algo en contra de esa libertad, levantemos la mano y, mientras tanto, debemos saltar todos los obstáculos que encontremos. Para ello, las mujeres debemos convencernos de que podemos. Insisto en que merece la pena”, recalca.
Por ello, destaca que el autoconvencimiento es un elemento clave a la hora de emprender o de alcanzar la cima dentro de una compañía. Opina que, aunque la sociedad de hoy en día no tiene nada que ver con la de hace unas décadas, aún persisten reminiscencias del pasado. Muchas veces son las propias mujeres quienes se ponen trabas y autobarreras. “Si tú quieres, si yo quiero, podemos hacer lo que nos planteemos hacer”, insiste. “Yo nunca pensé que a mí se me pudieran ocurrir cosas. Y, luego, te das cuenta de todo lo que eres capaz de hacer. Es ahí, estando en el tajo, con los ojos y los oídos muy abiertos, donde vas desarrollando temas y avanzando en la vida profesional”, relata.
Otro de los factores que han acelerado su carrera, primero como fundadora de Infoempleo y, después, como embajadora de las startups españolas, ha sido la valentía, que le ha llevado a atreverse siempre y a lanzarse a salir de su zona de confort una y otra vez. Cuenta que ella nunca rechaza una invitación y que tiene como norma decir “sí” e ir a todos los lugares en los que se la requiere. Este carácter incombustible es parte de su ADN emprendedor, así como otra de sus cualidades: las ganas de aprender continuamente. “Fijarse en los errores de uno es la clave para continuar aprendiendo, así como estar siempre analizando y escuchando lo que dicen los demás”, explica.
Pero, aparte de por sus propias virtudes, cree que debe gran parte de lo conseguido a sus equipos de trabajo. Tiene claro que “un buen líder es aquel que elige un equipo extraordinario y súper implicado”, y que el liderazgo no es posible sin mostrar “respeto por todas las personas”. “La sonrisa siempre es determinante y para el liderazgo, es definitiva”, añade sobre su capacidad de gestionar organizaciones con firmeza, pero siempre con humanidad. “Teniendo un foco y compartiéndolo con todo el equipo, se consigue avanzar. A veces las cosas no son fáciles, pero si se trabaja con ilusión, ganas y todos juntos, todo sale adelante”, puntualiza.
Lleva trabajando casi toda la vida y cree que “merece la pena”. Sin embargo, María Benjumea ve claro que llegar arriba requiere “unos sacrificios y unos tiempos que no son compatibles con otras cosas”. Llegado el momento, opina que lo importante es que las mujeres “elijan con libertad y honestidad” y sin verse condicionadas por el resto. Lo cierto es que, a pesar del camino recorrido, deja claro que aún queda mucho por conseguir, sobre todo en lo que a liderazgo femenino se refiere. Por ello, no duda en recordar varias veces durante la entrevista que “solo el 20% de los fundadores de startups son mujeres”.