Eva Abans, directora general financiera y corporativa de Grup Mediapro

“Para llegar a la alta dirección hace falta mucho trabajo, curiosidad y un puntito de inconsciencia”

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En la conversación de Eva Abans Iglesias (Madrid, 1971) sobresale un activo: las personas. Ella sabe que el equipo es el que te hace crecer. “Con él, puedes dar una dimensión 360º a las soluciones que piden los clientes, así que el equipo tiene que ser transversal y diverso”, opina. En el “más amplio sentido del término diversidad”: en género, edad, procedencia y, también, cultura. No en vano, Grup Mediapro tiene abiertas líneas de negocio en 30 países diferentes.

En su recorrido laboral, la directora general financiera y corporativa de Grup Mediapro ha sabido entender los distintos modelos de negocio. En todos “hay que tener visión, pero sin tener que ser un visionario” para despuntar como un buen líder, dice.

Ligada mucho tiempo a la firma de servicios profesionales, saltó a su oficina de Londres, más tarde llegó a ser socia de operaciones corporativas de la multinacional EY y, también, fue directora de su oficina en Barcelona. En este puesto abanderó la entrada del fondo chino Orient Hontai en el accionariado del grupo. Fue entonces cuando Grup Mediapro la fichó para colocarse al frente de su área corporativa y financiera. Abans recuerda que llegar a la compañía fue “un salto controlado, porque conocía muy bien a la empresa”. Destaca, además, que “llegar y formar parte del Comité Ejecutivo y del Comité de Dirección permite hacer muchas cosas”.

Sus recetas para permanecer en puestos de alta dirección tanto tiempo son el trabajo duro y la curiosidad. Y añade otros dos ingredientes necesarios: “Hay que tener un puntito de inconsciencia también. Esto te hace avanzar, muchas veces no en línea recta, pero avanzas”. Por último, “si te rodeas de buenos profesionales, tú te conviertes en mejor profesional”, añade.

Eva no se olvida de agradecer parte de su éxito a quienes confiaron en sus posibilidades. También “a la gente que está en casa”, porque sin ellos no es posible la conciliación, clave para prosperar. Y en este punto, recuerda lo agotador que era escaparse a las ocho de la tarde para “bañar y dar de cenar a su hija para retomar el segundo round una vez la acostaba”. Es una labor doble que nunca se acaba. “Cada etapa de crianza tiene lo suyo –repasa ahora que su hija cuenta con 16 años-, y tienes que buscar el equilibrio”. Hay etapas duras, por supuesto, y en esas “tienes que tener más confianza en ti que nunca”, aconseja.

A la ejecutiva de Grup Mediapro le da “mucho respeto” ser tomada como un ejemplo femenino. Lo que sí hace, tanto dentro como fuera de su empresa, es promover el talento de las mujeres “y eliminarles las piedras en el camino” siempre que puede, afirma. Aun así, Eva piensa que, junto a la empresa, donde más hay que incidir para que explote ese ingenio femenino es en la educación. “En los colegios se deben crear más role models femeninos y animar a las chicas a no echarse atrás en aquello que quieran hacer”, recalca. “Si te impulsan desde casa y desde pequeña, entonces el camino de la mujer desempeñando cualquier responsabilidad se ve como algo natural”.

Sobre la representación femenina en las compañías, considera que la mayor brecha se encuentra ahora mismo en los puestos intermedios. En concreto, dentro de Grup Mediapro se han creado varias iniciativas para promover la igualdad, tales como un Comité de Diversidad, un canal de escucha activa y políticas de mentoring dirigidas especialmente al talento femenino. Asimismo, se han puesto en marcha los currículos ciegos en su política de contratación de nuevos trabajadores.

La pandemia enseñó que las empresas tienen que cuidar de las personas, pero que también éstas tienen que devolver la confianza que la compañía deposita en ellas. ¿Cómo? Dando una “respuesta responsable”, afirma la directora. Para ello, debe haber una comunicación fluida por las dos partes. Ella predica con el ejemplo: habla con todo su equipo para tener la perspectiva más amplia y entonces abordar una posible solución. “Siempre digo que hay un tiempo para la discusión, pero después hay un tiempo para la decisión. Y ahí es el líder el que decide, porque un líder que no lo hace, paraliza a la empresa y en la esencia de cualquier empresa está avanzar”.