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La difícil coyuntura de una primera mitad del año marcada por el parón de la actividad en muchos sectores como consecuencia del COVID-19 ha empeorado las perspectivas de los empresarios españoles para los próximos 12 meses. Si bien la caída del optimismo no es tan acusada como la que se produjo con motivo de la crisis de la eurozona, sí se sitúa en su peor registro desde 2013 en la primera oleada del IBR de 2020.
La dimensión global de la pandemia, que, con contadas excepciones y a diferencia de la crisis económica de 2008, ha afectado por igual a todos los países, ha generalizado ese aumento del pesimismo y ese deterioro de las perspectivas empresariales. A nivel mundial, el porcentaje de directivos optimistas sobre la evolución de las economías de sus países ha caído 16 puntos hasta el 43%, y en Europa el descenso ha sido en la misma proporción pero partiendo de niveles más bajos, de modo que hoy solo se muestran confiados en la buena marcha de sus economías domésticas un 29% de las empresas.
En nuestro país, solo un 24% de los empresarios afirman ser optimistas, y los que se sitúan entre un ligero o un notable pesimismo ascienden al 65%: más de diez puntos por encima que sus homólogos franceses o alemanes, por ejemplo. Sin embargo, el dato de optimismo está muy por encima del alcanzado en 2012 y 2013 durante la crisis de la deuda soberna europea, en que llegó a situarse en un 8%. Teniendo en cuenta que las últimas previsiones del Banco de España estiman que el PIB podría caer un 15,1% este año y que la tasa de paro podría escalar hasta un 23,6% sin precedentes, los empresarios españoles parecen encarar esta crisis con una disposición más optimista en comparación a la anterior.
Preguntados por en qué medida creen que la incertidumbre económica afectará a sus negocios, el IBR vuelve a demostrar que este es uno de los mayores desvelos de nuestros empresarios. Un 75% de los encuestados por Grant Thornton en nuestro país cree que limitará sus capacidades de crecimiento: nada menos que 16 puntos por encima de la media europea, situada en el 59%, y por encima de los datos británico, italiano, francés y alemán. De esta forma, España se convierte en la economía europea qué más correlaciona incertidumbre económica y dificultad de crecimiento.
Sobre cuál cree que será la evolución de sus negocios en los próximos 12 meses, las previsiones de las empresas están marcadas por la evolución de sus negocios durante los últimos y complejos meses. Un 28% de los empresarios españoles afirman haber reducido sus ventas en más de un 5% en los últimos 12 meses, 5 de los cuales han coincidido con la pandemia: una cifra superior a la media europea y a la de Alemania, Francia o Reino Unido.
Pero hasta en un contexto de empeoramiento generalizado de las perspectivas, el mercado exterior sigue mostrándose como una vía de salvación para nuestras empresas. Si a nivel europeo el porcentaje de empresas que confían en aumentar sus exportaciones en el próximo año ha caído hasta el 19%, su peor registro en la historia del IBR, en España se sitúa en el 24%: a la cabeza en disposición exportadora entre los países de nuestro entorno.
Las perspectivas de nuestros empresarios son peores en cambio en relación a sus resultados y a la generación de empleo. Un 44% de los encuestados por Grant Thornton cree que tanto sus ventas como su beneficio descenderán en los próximos 12 meses, y solo un 23% cree que aumentará su plantilla: el dato más bajo registrado en el IBR desde el primer trimestre de 2014.
En definitiva, la gran afectación de la pandemia en nuestro país y el quórum de los organismos oficiales y los reguladores sobre las malas perspectivas de nuestra economía en lo que resta de año han empeorado los niveles de pesimismo y las perspectivas de crecimiento de nuestros empresarios, pero la encuesta de Grant Thornton apunta a que, a diferencia de 2008, en que pronosticaron una crisis profunda y estructural, en la actual confían en una recuperación más rápida y apoyada en la exportación.
- Solo un 24% de los empresarios españoles se muestra optimista: el peor dato desde la primera mitad de 2013.
- En Europa, el optimismo empresarial retrocede un 16% respecto a la segunda mitad de 2019 y se sitúa en el 29%, con una caída generalizada en todos los países de la Unión.
- A nivel mundial, un 43% de los empresarios su muestran optimistas.
- El porcentaje de empresarios españoles que esperan mejorar sus ingresos ha registrado su mayor caída en la historia del IBR, y pasa del 46 al 28% en seis meses.
- En Europa, solo un 27% de los empresarios confía en mejorar sus ventas.
- El porcentaje de empresarios a nivel mundial ha caído todavía más que en nuestro país, pero se sitúa en un 34%.
- Las expectativas de los empresarios españoles de mejorar sus márgenes son peores a las relativas a su facturación: si estas últimas han descendido 18 puntos respecto a la anterior oleada, las de lograr un mayor beneficio lo han hecho en 24 y se sitúan en el 23%.
- A nivel mundial, solo un 32% de los empresarios confían en aumentar sus márgenes: el peor dato en la historia del IBR.
- La media de la Unión Europea se sitúa en el 25%.
- Aunque el porcentaje de empresarios españoles que confía en aumentar sus exportaciones marca un mínimo histórico (24%), el descenso en esa disposición exportadora es el menor de la Unión Europea.
- En el conjunto de la Europa se sitúa en el 19%, y el dato no es mucho mejor en economías tradicionalmente exportadores como Alemania (21%).
- El porcentaje de empresarios que confían en aumentar sus exportaciones a nivel mundial desciende también y se sitúa en el 25%.
- Solo un 23% de los empresarios españoles espera aumentar su plantilla, tres puntos por encima de la media europea pero el peor dato desde 2014.
- A nivel mundial, se detecta una disposición a contratar ligeramente mayor, del 28%.
- Un 36% de los empresarios españoles prevé invertir más en tecnología y un 27% en I+D, muy por encima de quienes planean hacerlo en maquinaria (22%) o en nuevos edificios (19%).
- En Europa y a nivel mundial también existe una mayor disposición a invertir en intangibles, y una mayor apuesta por la capacitación de sus empleados en comparación a nuestro país.
- La escasez de financiación preocupa a un 36% de los empresarios españoles y ha aumentado en una proporción pequeña, lo cual apunta al acierto de las líneas ICO habilitadas en los primeros compases de la pandemia.
- A nivel europeo, el 40% delos encuestados se muestran preocupados por el acceso a la financiación, y la media mundial asciende hasta el 46%.