La inflación mantiene en cautela a unos directivos que aún prevén buenos resultados empresariales
Así se obtiene el Pulso en España: una media entre Perspectivas y Barreras
En Grant Thornton llevamos más de diez años preguntando a empresas medianas de entre 50 y 500 empleados qué factores impulsarán sus compañías (Perspectivas de Negocio) y cuáles limitarán su crecimiento (Barreras) en los próximos 12 meses. Con esta información, los analistas de Oxford Economics han creado un índice que mide la salud de la mediana empresa española semestre a semestre, en una escala de +50 (escenario perfecto) a -50 (escenario grave).
El Pulso de Grant Thornton ofrece una información enormemente valiosa sobre la coyuntura de la mediana empresa. Presenta una fuerte correlación con el crecimiento del PIB real en todo el mundo y con el Global Composite PMI Index de JP Morgan, lo que pone en valor la contribución del mid-market español al crecimiento económico real. Puedes acceder a la metodología pinchando aquí.
A continuación, puedes consultar los datos del último Pulso de 2022, los principales cambios y la contextualización. ¿Cómo afecta todo esto a tu empresa?
Las expectativas de crecimiento de negocio disminuyen como consecuencia del importante descenso en el nivel de optimismo de los empresarios en España, si bien en el conjunto de Europa se produce un peor comportamiento. A pesar de ello, las barreras para hacer negocios también disminuyen de forma pronunciada y, tanto las limitaciones de oferta como de demanda presentan resultados muy favorables a las empresas, donde destaca una menor preocupación de los directivos consultados por Grant Thornton a la incertidumbre económica y a los costes energéticos y de transporte.
Si en el segundo semestre de 2021, la salud del mid-market en España había empeorado debido al ambiente de cautela de los directivos en torno a la recuperación económica y al aumento de precios, en esta oleada este índice se ve afectado por factores como la guerra de Ucrania y un desbocado nivel de inflación situada en el 6,8 durante el mes de diciembre, con especial incidencia en los precios de la energía y de las materias primas.
Estos factores han dado como resultado que los directivos consultados por Grant Thornton contengan sus perspectivas de recuperación a un nivel más moderado que en el pasado semestre, aunque los empresarios han dejado atrás el pico de preocupación por los costes de la energía, transporte, laborales, etcétera y expresan una menor inquietud.
De esta manera, nuestro Pulso de la Mediana Empresa Española, que calcula la salud de las empresas medianas a partir de la media entre las perspectivas y barreras para el crecimiento percibidas por 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España, está marcada por un menor optimismo en torno a la recuperación económica y un descenso muy significativo en las barreras y costes de las empresas. El índice en España se sitúa en el primer semestre de 2022 en 1,8 puntos. Este nivel mejora en 1,5 con respecto al segundo semestre de 2021 como consecuencia del elevado descenso en las barreras de negocio y se coloca en una posición destacada, a 2,4 puntos por encima de la media europea y global, ubicadas ambas en el -0,6.
Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “a pesar de que el tejido empresarial español se está viendo afectado por la inflación, el aumento en el precio de la energía o las consecuencias de la guerra de Ucrania y la pandemia, las medianas empresas están mostrando por el momento una gran fortaleza, liderazgo y resiliencia con las que están haciendo frente a estos importantes retos. La reducción en las barreras que soportan las empresas para desarrollar sus negocios es un dato esperanzador, que muestra el buen hacer del tejido empresarial y el esfuerzo que está llevando a cabo.”
La creciente preocupación por la subida de los costes durante 2021 ha dado paso a un contexto marcado por una inflación que en España se sitúa en los dos dígitos y una gran preocupación por el comportamiento futuro de los precios de la energía y sobre la seguridad del suministro a nivel europeo. Esto hace que los ejecutivos consultados perciban que la economía retrocederá, en sintonía con las previsiones de los principales organismos internacionales, que ya han actualizado sus previsiones a la baja.
La única variable de Perspectivas de negocio que ha crecido en España respecto a la oleada anterior es la de previsiones de precios, que sube 2 puntos hasta alcanzar los 53. Aun así, la percepción sobre la coyuntura económica se mantiene en un nivel plano, con lo que los directivos esperan que el panorama económico actual continúe en términos parecidos durante los próximos meses. A pesar del entorno complejo, el nivel de exportaciones cae de forma moderada en el entorno de 1 punto, mientras que la previsión de ingresos y beneficios disminuyen 3 y 2 puntos, respectivamente. Las perspectivas de inversión disminuyen por primera vez en dos años en 2,3 puntos y rompen así la tendencia de crecimiento, únicamente rota en 2020 por el impacto de la pandemia.
Por el contrario, la única barrera que presenta peores indicadores con respecto al segundo semestre del año anterior es la de los costes de regulación y trámites administrativos, que empeora 1 punto. El resto de los indicadores mejoran sustancialmente en esta oleada, produciendo una reducción general de 6 puntos en las barreras empresariales. Este buen comportamiento difiere de la media europea, donde las barreras aumentan en esta oleada en 1,1 puntos.
A pesar de que los fondos europeos pueden suponer una importante inyección de capital que el mid-market español pueda invertir y desarrollar proyectos relacionados con la digitalización y la transición ecológica, las compañías están accediendo de forma desigual a las ayudas procedentes de Europa. Así, Solo un 9% de empresarios afirma haber tenido ya acceso a la totalidad de ayudas que han solicitado hasta la fecha.
Asimismo, únicamente el 26% de las empresas han podido acceder al 50% de la financiación solicitada mientras que el 18% tan solo ha conseguido menos de la mitad de los fondos europeos requeridos. Esta situación coincide con la advertencia que están llevando a cabo los expertos, que alertan de que los fondos europeos están llegando de una forma lenta e irregular y advierten de la falta de medios y personal público para facilitar y acelerar las convocatorias y las peticiones de ayudas económicas.
Entre las principales áreas a las que las empresas destinarían parte de los fondos europeos conseguidos destaca la inversión en I+D y la transformación digital. 4 de cada 10 empresarios (41%) considera necesario incrementar con estas ayudas la inversión en Investigación y Desarrollo, mientras que el 39% destinaría recursos a la digitalización de la compañía. Asimismo, 3 de cada 10 (32%) utilizaría parte de los fondos europeos para promover la internacionalización del negocio y un 28% llevaría a cabo esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. La promoción de la igualdad de género también es un área destacada de inversión para las empresas españolas. Un 17% de los directivos invertiría en esta área con las ayudas europeas.
Álvaro Fernández, Socio de Auditoría de Grant Thornton, señala que “los fondos europeos son una herramienta muy interesante para transformar y modernizar el tejido productivo de nuestro país. Sin embargo, es preocupante la lentitud en la llegada de los fondos y la demora y los tiempos muertos que tienen que afrontar las empresas para tanto pedir las ayudas como para resolver las solicitudes y recibir los fondos. La fórmula para mejorar esta situación es conocida: aumentar los recursos públicos y el número de funcionarios disponibles.”
El incremento de la inflación y de los precios de la energía ha ocasionado que las compañías se vean obligadas a trasladar a los precios de los productos y los servicios el aumento de los costes de las materias primas o de la energía, sin embargo, muchas de ellas no contemplan obtener márgenes de beneficio por esta medida a la que se ven abocados a introducir.
Así, el 55% de empresarios pretenden aumentar los precios exactamente en la misma proporción que los costes, mientras que el 12% prevé incrementar su cuota de mercado asumiendo la pérdida de margen y aumentando los precios en menor proporción que los costes. Menos de un tercio (29%) de compañías consultadas en este estudio incrementarán sus precios por encima de los costes de producción.
Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “A pesar de que el tejido empresarial español está siendo afectado por la inflación, el aumento en el precio de la energía o las consecuencias de la guerra de Ucrania y la pandemia, las empresas en España están siendo capaces de moderar las subida de los precios de los productos y servicios, lo que muestra su fortaleza.”
A pesar del alto incremento de los precios como consecuencia de un nivel de inflación situado en el 10,4% interanual en el mes de agosto y un clima de gran incertidumbre sobre los precios de la energía y la seguridad de suministro para muchos países de la Unión, la fortaleza exportadora no se resiente en exceso en esta oleada y el 43% de los empresarios españoles tiene previsto exportar en los próximos 12 meses, (1 punto menos que en el semestre anterior). Se trata de un nivel similar al que se registra a nivel mundial (44%) y superior al europeo (35%). Este nivel permite seguir registrando en este apartado uno de los mejores datos de la serie histórica de Grant Thornton, que se remonta a 2011.
Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton señala que “el mid-market español ha mantenido intacto su apetito exportador en este primer semestre de 2022. Es destacable que con los niveles actuales de inflación y el aumento de los costes de transporte las empresas españolas sigan manteniendo los mismos niveles de exportación y pone de relieve el esfuerzo y el buen trabajo que están llevando a efecto las compañías de nuestro país”.
Prácticamente todas las barreras y costes que influyen y lastran los procesos de las empresas disminuyen en esta oleada del Pulso de la Mediana Empresa. En este mismo sentido lo hace la preocupación que tienen los ejecutivos por los costes de la energía, que disminuyen de forma significativa en 6 puntos, aunque se siguen manteniendo como la principal preocupación de las empresas en España.
Esta reducción de la preocupación por los precios de la energía contrasta con la mayor inquietud que se muestra por esta variable tanto a nivel europeo como global. De esta manera, mientras en España los empresarios perciben una situación menos desfavorable, en el conjunto de Europa esta preocupación aumenta en 11 puntos, mientras que a nivel global se incrementa también en 6 puntos.
Daniel Fernández, Socio de Consultoría de Riesgos de Grant Thornton señala que “aunque puede sorprender esta menor preocupación en nuestro país por el incremento de los costes energéticos, este giro de tendencia puede tener explicación por dos factores. En primer lugar, una corrección tras la fuerte subida de 18 puntos producida el semestre pasado. En segundo lugar, la aceptación de las medidas aplicadas por España para constituirse como isla energética junto con Portugal y el tope al gas que ha permitido reducir de forma apreciable la factura eléctrica.”
Una novedad que trae esta oleada del Pulso de la Mediana es la introducción de varias preguntas en clave nacional sobre tendencias que están actualmente sobresaliendo en nuestro país. Una de ellas es acerca de la percepción que tienen las empresas en España sobre la implantación de la jornada de 4 días semanales, que actualmente se está debatiendo en el Congreso de los Diputados y que el Ministerio de Industria probará en un programa piloto para testar su efectividad durante el próximo año 2023.
El 57% de los empresarios consultados por Grant Thornton está de acuerdo con implantar esta jornada ahora o más adelante, mientras que un 20% no es favorable, pero reconoce que estudiaría la medida. Tan solo el 23% de las compañías expresa su rechazo total a la jornada de 4 días considerando que esta no es compatible con su negocio.
Para Álvaro Fernández, Socio de Auditoría de Grant Thornton “esta propuesta se encuentra con varias problemáticas y conflictos que habría que estudiar y desarrollar detalladamente, como los tipos de sectores predominantes en España, las características estructurales de nuestro país o el probable resentimiento que tendría la productividad de nuestra economía. A pesar de ello, es destacable la buena predisposición que tiene el tejido empresarial en adoptar esta jornada de 4 días.”