La esencia del modelo estará constituida por todos los procedimientos y sistemas establecidos para reducir el riesgo de comisión de un delito en la organización. Si bien también serán parte fundamental del mismo los sistemas de organización y coordinación entre las personas responsables de dichos procedimientos, las personas responsables de aquellos otros procedimientos cuya finalidad sea la de conducción de las situaciones problemáticas y desarrollo completo del proyecto, y de aquellas otras cuya función sea la de dirección dentro del modelo.
Creemos que es conveniente señalar aquí, sin por ello traicionar la metodología seguida, y a modo de apunte, la coincidencia de lo visto hasta el momento, cuya única fuente de información ha sido el Diccionario de la Real Academia, con la definición de “actividades de control” que como parte del control interno se define como “las acciones establecidas a través de políticas y procedimientos que contribuyen a garantizar que se lleven a cabo las instrucciones de la dirección para mitigar los riesgos que incidan en el cumplimiento de los objetivos”[1] más comúnmente conocidos como controles internos.
Parece lógico que la esencia del contenido del modelo de prevención penal lo constituyan los controles internos; políticas y procedimientos que contribuyen a garantizar que se llevan a cabo las instrucciones de la dirección para mitigar los riesgos de comisión de delitos en la organización, que son los objetivos marcados por el Código Penal.
[1] “Control Interno – Marco Integrado. Marco y Apéndices”, PriceWaterhouseCoopers e Instituto de Auditores Internos, 2013, COSO.
