
La CSRD establece un marco único, para todos los países de la UE, para la elaboración del Informe de Sostenibilidad, permitiendo una mayor comparabilidad entre las empresas a nivel europeo. La nueva Directiva viene acompañada de unos nuevos Estándares de Reporting de Información de Sostenibilidad (NEIS, o ESRS en sus siglas en inglés) que son mucho más exigentes en la información, tanto cualitativa como cuantitativa, que las empresas estarán obligadas a divulgar (contemplan hasta 1.200 puntos de datos a reportar). Esta amplitud en la información refleja la creciente expectativa de los consumidores y los inversores por una mayor transparencia en las prácticas empresariales.
Un elemento clave de esta nueva legislación es la verificación independiente de los informes de sostenibilidad. Si bien algunas empresas ya realizaban este proceso, la normativa actual lo regula la verificación de sostenibilidad de forma similar a la auditoría de estados financieros. El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) asumirá la supervisión de esta verificación, lo que aumentará la fiabilidad de la información presentada y fortalecerá la confianza de los stakeholders en los informes de sostenibilidad.
Proceso Legislativo y Adaptación
La entrada en vigor de la ley será escalonada, permitiendo que las empresas se adapten a las nuevas exigencias. Este enfoque gradual es fundamental, ya que muchas organizaciones, especialmente las pymes, podrían enfrentarse a desafíos significativos en la reestructuración de sus procesos de informes.
El proyecto de Ley ahora se remite al Congreso para su tramitación parlamentaria, donde se abrirá un periodo para la presentación de enmiendas. Este proceso es esencial para asegurar que la normativa final refleje las realidades y necesidades del tejido empresarial.
Tendencias y Oportunidades
La nueva Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad no solo impone responsabilidades, sino que también abre la puerta a oportunidades estratégicas. La adopción de prácticas sostenibles y la transparencia en su comunicación pueden resultar en una ventaja competitiva en un entorno empresarial donde los consumidores y los inversores están cada vez más interesados en la sostenibilidad.
Las empresas tienen ahora la oportunidad de integrar la sostenibilidad en su modelo de negocio de manera más robusta. La capacidad de reportar de forma efectiva y veraz puede influir en la percepción pública y en la atracción de inversiones. A medida que el enfoque hacia la sostenibilidad se intensifica, contar con un informe de sostenibilidad sólido no solo es una cuestión de cumplimiento normativo, sino una estrategia fundamental para el éxito a largo plazo.
Conclusión
A medida que se avanza en la tramitación de esta ley, es esencial que las empresas comiencen a evaluar su posición actual en términos de sostenibilidad y se preparen para los cambios que se avecinan. La elaboración de un Informe de Sostenibilidad no debe considerarse únicamente como un requisito legal, sino como una oportunidad para demostrar un compromiso real con prácticas responsables y sostenibles.
La transición hacia una mayor sostenibilidad requiere un enfoque proactivo y estratégico. Las empresas que lideren en este ámbito no solo cumplirán con la normativa, sino que también estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro y contribuir a un entorno empresarial más sostenible.