En este primer artículo de una nueva serie de Grant Thornton sobre tendencias del comercio internacional, examinamos el impacto que los aranceles están teniendo sobre las empresas del middle-market, que han experimentado una fuerte caída de su confianza ante la marcha de la economía en el primer trimestre de 2025.

A finales de 2024, las empresas medianas estaban inmersas en una ola de optimismo. Según nuestro estudio International Business Report (IBR), el 54,6% de empresas tenían previsto aumentar sus exportaciones, mientras que el 50,3% esperaban un crecimiento de los ingresos procedentes de los mercados internacionales.

Sin embargo, al entrar en 2025, las tensiones comerciales gloables se han intensificado exponencialmente. Tanto, que el optimismo, un indicador que venimos analizando desde hace más de tres décadas, experimentó su primera caída notable en dos años (2,9 puntos porcentuales menos, hasta el 72,7%).

A pesar de estos primeros signos de cautel, los principales drivers de crecimiento del middle-market, basados en la agilidad y la previsión estratégica, siguen siendo relativamente sólidos, según los datos de nuestro estudio en el primer trimestre.

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Reconfiguración del panorama comercial mundial

La actual oleada de nuevos aranceles, anunciada por el presidente Trump, que acaba de cumplir 100 días de mandato, ha resultado inesperada y sin precedentes. De hecho, la  OCDE ha advertido de que podrían tener un "impacto significativo" en el crecimiento mundial[1]  . Lo que empezaron siendo medidas aisladas, se ha transformado en un panorama comercial mundial incierto y complejo, cuyos parámetros cambian casi a diario. Y en un mundo en el que las fuertes barreras comerciales forman parte del día a día, sus efectos son claramente palpables.

Reaccionar ante obstáculos sin precedentes

A medida que las oportunidades en los mercados de exportación mundiales tradicionales siguen cambiando, las empresas se enfrentan a nuevas dinámicas comerciales que pueden alterar su crecimiento. Por ello, sus líderes deben ser ahora más estratégicas que nunca, maximizando su valor en los mercados nacionales y tratando de hacer más negocios a escala regional.

Pero las empresas del middle-market están acostumbradas a navegar en tiempos inciertos[2] . En las últimas décadas, estas compañías han superado con éxito la crisis financiera mundial; han gestionado las perturbaciones generalizadas provocadas por el COVID y se han adaptado a toda una serie de graves perturbaciones en el funcionamiento habitual de sus cadenas de suministro.

Sin embargo, lo que hace que la volatilidad actual de los aranceles no tenga precedentes es que, en todas las perturbaciones mencionadas, el middle-market podía centrarse en sus líneas de negocio no nacionales para crecer a pesar de las turbulencias del mercado. Los aranceles actuales están reduciendo esa opción, obligando a las empresas a reevaluar sus mercados de destino y a ajustar potencialmente sus modelos de negocio, esta vez quizás mirando a países que no tenían en su radar estratégico.

En este nuevo e inesperado contexto, los empresarios deben evaluar la exposición al riesgo, ajustar las cadenas de suministro a la luz de estas turbulencias y tratar de comprender el verdadero valor y funcionamiento de sus productos y servicios en el contexto de las oportunidades que ofrecen los mercados emergentes.

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La ventaja del middle-market

En este panorama en constante evolución, los principios duraderos que definen el mercado medio (concentración, agilidad y liderazgo sólido) nunca han sido tan importantes. Estos atributos fundamentales son los que permiten a las empresas responder con rapidez a los nuevos retos y pivotar el rumbo, según sea necesario. Ya se están observando cambios estratégicos, y muchas empresas buscan ahora concentrarse en unos pocos mercados seleccionados con perspectivas más prometedoras: el número de países a los que las empresas buscan vender ya ha disminuido unos 3,7 puntos porcentuales menos, hasta el 47,8%.

Este enfoque más centrado no sólo maximiza la asignación de recursos, sino que también mejora su capacidad para gestionar los cambios complejos que están introduciendo este nuevo panorama arancelario.

Tomar decisiones difíciles en un mundo fragmentado

Enfrentadas a la realidad de un mercado global fragmentado, algunas compañías del segmento medio pueden enfrentarse pronto a la difícil decisión de reducir o incluso detener el comercio en mercados o países en los que los aranceles harán imposible seguir apostando por ellos. Para muchas, esto podría significar replantearse las estrategias tradicionales en favor de ajustes estructurales: modificar las condiciones contractuales, reconfigurar las estructuras de pago o incluso reimaginar la logística de las cadenas de suministro. Aunque estas decisiones son difíciles, a veces son necesarias para ayudar a mitigar el impacto y salvaguardar la competitividad a largo plazo.

  Lo que es un hecho es que las empresas medianas varían la asignación de sus recursos en comercio exterior como palanca para evitar disrupciones en sus cadenas de suministro. A finales de 2024, casi un tercio (31,8%) ya identificaron esta situación como un problema potencial que ya con la llegada en noviembre de Trump al poder vislumbraron como posible. Esta preparación, exitosa a la vista de los aranceles anunciados, se basa en la experiencia adquirida en anteriores crisis y en su capacidad de tomar decisiones firmes y decididas, que se adelantan a los acontecimientos.  

Trazar el camino del cambio

En última instancia, un hecho inevitable en estos momentos es que el cambio es constante. Más allá de los aranceles, los directivos encuestados por Grant Thornotn se enfrentan a numerosos retos transformadores: la IA como parte de su viaje digital; la evolución de las ciberamenazas, el cambio climático (y la regulación) y los cambios demográficos.

Sin embargo, las mismas cualidades que les ayudan a sortear las barreras comerciales -agilidad, previsión y liderazgo orientado a objetivos- les posicionan bien para sortear con éxito estos otros retos. 

La economía mundial puede seguir sufriendo debido a la persistencia de las tensiones comerciales y a la incertidumbre constante,  pero si hay un resquicio de esperanza, es probable que se encuentre en el middle-market, el segmento más resistente y oportunista del panorama empresarial. En esta tipología de empresas será clave una planificación sólida y, para quienes la hagan bien, conseguirán abrir las puertas a nuevos mercados. En lo que parece un juego de suma cero de aranceles globales, no es sorprendente comprobar cómo muchas empresas medianas consiguen emergen como ganadoras inesperadas.

Ampliaremos más estas ideas de cómo el segmento mediano navega los aranceles en próximos artículos que podrá encontrar en nuestra zona de Perspectivas. Si deseas ayuda u orientación para navegar por el entorno comercial actual de su empresa, no olvides suscribirse a nuestra Newsletter y recibir el resto de materiales de esta campaña sobre aranceles en su bandeja de correo. ¡No te lo pierdas!

Pasamos ahora a analizar la situación de España que, junto con otros 33 países, forman de la investigación que Grant Thornton realiza cada trimestre. Lo cierto es que las cifras señalan que, a pesar del conflicto comercial, nuestro país ha logrado cerrar el mes de febrero con un incremento interanual del 0,4% en exportaciones de bienes, aunque el déficit comercial se amplió más de 1.000 millones de euros, debido a un crecimiento del 3,5% en las importaciones​.

En febrero de 2025, las exportaciones españolas alcanzaron los 31.973 millones de euros, registrando un incremento interanual del 0,4%. La Unión Europea se mantuvo como principal destino, representando el 60,9% del total, aunque con una disminución del 3,3% respecto al año anterior.

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En este sentido, según nuestro International Business Report, siete de cada diez (71%) líderes empresariales españoles valoran positivamente a la Unión Europea, destacando su apoyo financiero y la libertad de movimiento como pilares esenciales para mitigar la incertidumbre​. El hecho de que el destino de las exportaciones patrias vaya a Europa mitiga los potenciales efectos negativos de la guerra comercial que, en nuestro país, afecta a unos sectores específicos, para los que se están preparando medidas de ayuda y contención por parte del Ejecutivo.

En contraste, las exportaciones a países extracomunitarios crecieron un 6,8%, destacando mercados como Reino Unido, Turquía, México, Emiratos Árabes Unidos, Canadá e India, que alcanzaron cifras récord para el mes. El superávit comercial con la UE fue de 2.168 millones de euros, mientras que con los países extracomunitarios se registró un déficit comercial. Estos datos reflejan una creciente diversificación de los destinos de exportación españoles fuera del ámbito comunitario.

Sin embargo, el efecto Trump sí que ha impregnado el ánimo del empresario medio español. De hecho, la intención de nuestras empresas de aumentar sus exportaciones ha caído seis puntos en el último trimestre, situándose en un 44%​, un porcentaje muy similar al de la Unión Europea (43%), aunque nueve puntos por debajo de la media del estudio (53%).

Por su parte, la expectativa de crecimiento en ingresos procedentes de mercados no domésticos también disminuye, situándose en el 45%, lo que supone una caída de dos puntos respecto al trimestre anterior (47%), aunque se mantiene por encima del valor de hace un año (43%). Además, las empresas van a vender a muchos menos países que hace un trimestre: sólo cada de cada diez encuestas planear aumentar esta portfolio.

Los desafíos de un mercado global

En un mercado tan profundamente global y con tantos actores compitiendo a la vez, las compañías de nuestro país consideran como principales desafíos los problemas que encuentran a la hora de trabajar con sus proveedores y cadenas de suministro, así como nuevos riesgos informáticos y digitales en ese proceso de venta. De hecho, están destinando recursos para tratar de anticiparse a estos problemas, conscientes de lo fructífero de esta estrategia tras las experiencias de la crisis financiera de 2008, la pandemia o las recientes tensiones energéticas.

Ante un contexto internacional convulso y marcado por múltiples desafíos —como los ciberataques, los fallos en los sistemas informáticos o las interrupciones en la cadena de suministro—, las empresas españolas están reforzando su apuesta por la tecnología, el talento y la inversión en I+D. Una estrategia que busca no sólo anticiparse a las disrupciones, sino también consolidar su competitividad en un entorno cada vez más exigente.

El papel estratégico del middle-market español

La incertidumbre no solo afecta al comercio exterior, sino también a la operativa interna. Las preocupaciones del empresariado español se centran en la excesiva regulación (51%) y la inestabilidad económica (51%), ambas en aumento respecto al año anterior​. La geopolítica también entra en juego, siendo un factor de riesgo para el 47% de las empresas.

De todos modos, la situación privilegiada de la economía de nuestro país, que se ha convertido en un referente de desarrollo, no solo en Europa, sino también a nivel mundial, tiene su reflejo en las expectativas. Así, el 58% de las compañías espera aumentar sus ingresos en los próximos doce meses, y más de la mitad (55%) prevé incrementar la rentabilidad. Por tanto, de nuevo, los principales resultados de nuestro estudio se alinean con las previsiones de crecimiento y desarrollo que distintas instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (2,5%) y la propia Unión Europea (2,3%) vaticinan: España y sus empresas medianas van a continuar ejerciendo un papel de liderazgo en un contexto europeo de crecimiento lento o incluso recesivo, como es el caso de la antaño locomotora de Europa, Alemania. Los datos que prevé el Banco de España sitúan el crecimiento del PIB en un 2,7%, a lo que habría que restar una décima por el reciente apagón energético ocurrido en la Península el pasado día 28 de abril, y que ha adelantado CEOE, con unas pérdidas que pueden alcanzar los 1.600 millones de €.

Un acontecimiento disruptor al que habrá que estar atentos, pero que no desconecta este contexto favorable que está viviendo la economía española, pese al repunte del paro que también se ha anunciado durante el primer trimestre, y que roza el 12%. En todo caso, y tal y como hemos indicado al principio de este reportaje, la anticipación y el dinamismo del middle-market también resulta favorable para las propias empresas españolas. Son ágiles y tienen capacidad de adaptación rápida, atributos que serán clave no solo para sortear las barreras comerciales, sino también para responder a desafíos estructurales como el cambio climático, la digitalización, el acceso a talento cualificado u otros acontecimientos inesperados (esperemos que pocos) que puedan darse en los próximos meses.

No te pierdas la actualización de todos estos datos y previsiones en los próximos artículos de nuestra sección Entorno Económico, en Perspectivas Grant Thornton.

 

 

Overview de las perspectivas del empresariado español