El rápido crecimiento y los cambios en la inversión de capital privado han supuesto un aumento en la importancia de los datos y los análisis en profundidad. Para poder ser competitivos, los gestores de fondos de capital riesgo necesitan soluciones tecnológicas de alta calidad que les sirvan para potenciar sus conocimientos y agilizar sus flujos de trabajo a lo largo de todo el ciclo de vida del fondo.
Las empresas de capital riesgo están en una posición única para aprovechar los datos. Además de contar con considerables recursos de capital y sofisticación financiera, su modelo de negocio presupone la capacidad de tomar decisiones rentables basadas en conocimientos sofisticados. La necesidad de gestionar, agregar y proteger los datos de las empresas de capital riesgo, incluidos los datos de las empresas en cartera, es significativa. El valor de supervisar, extraer e incluso producir esos datos es inmenso, tanto para el socio general como para las empresas en cartera.
Pero el sector también se enfrenta a retos particulares en lo que respecta a la gestión eficaz de los datos. Desde Grant Thornton se ha hecho un profundo estudio por parte de los socios operativos de las principales empresas de capital riesgo en la cual compartieron sus ideas sobre la mejor forma de evaluar las necesidades de sus inversores, considerar las posibilidades y afrontar los retos de los datos en el espacio del capital riesgo.
Bien es cierto que el capital privado no está especialmente a la vanguardia en la adopción de software, análisis de datos o transformación digital. En todo caso, va por detrás de organizaciones como la banca de consumo o el comercio minorista, que ya han puesto en marcha numerosas iniciativas de transformación digital para mantener su relevancia comercial. Aunque algunas empresas de capital riesgo ya han adoptado sistemas de software de gestión de carteras y han contratado a especialistas en datos, todavía la mayor parte siguen confiando en Excel, lo que supone invertir mayores esfuerzos para lograr una ventaja comercial en un panorama muy competitivo. Esta lenta adaptación hacia las buenas prácticas en materia de datos se complica aún más debido la cultura de gestión de carteras de los fondos de capital riesgo, que confiere un gran valor a la autonomía de los socios, a los conocimientos personales y a la experiencia en el sector.
Ante este escenario las empresas tienen una misión:
Evaluación de retos
Los objetivos varían mucho, desde la obtención de información básica sobre el EBITDA y los ingresos en los formatos propios de las empresas de la cartera, hasta la creación de un sistema de datos completo, en tiempo real y de fácil consulta que pueda responder a prácticamente cualquier pregunta.
Los puntos intermedios prometedores incluyen un conjunto de datos significativos, side-by-side, sobre puntos de referencia clave en toda la cartera, datos históricos sobre los ingresos y el EBITDA, cuadros de mando para supervisar las métricas clave, informes paginados que los ejecutivos podrían estudiar en su propio calendario, ricos en datos sobre posibles costes o servicios compartidos, como las compras, o informes ad hoc sobre cuestiones clave.
Los desarrollos recientes y las regulaciones propuestas han hecho que sea cada vez más importante el seguimiento de las métricas no financieras, como la implementación de ESG, el estado de la ciberseguridad o el riesgo climático.
Capacidad de software
El software también varía mucho, y todavía son muchos los que siguen prefiriendo el uso del Excel. Dicho esto, algunas empresas han desarrollado sistemas propios en los que el programa Excel se complementa con scripts de Python o informes de PowerBI.
En otros casos han adoptado o explorado opciones de software dedicado como Chronograph, Cobalt, eFront e iLevel. Algunos de estos son mejores en la recopilación de datos y otros, en la elaboración de informes. Aunque las soluciones personalizadas son siempre atractivas, el software disponible en el mercado incorpora regularmente las nuevas normativas.
Las empresas de capital riesgo están a punto de darse cuenta del poder de los datos para proporcionar información que puede transformar su negocio -y los negocios de sus empresas de cartera-, pero es necesario que se produzcan más cambios. Las culturas deben cambiar, deben surgir triunfadores y deben definirse las prioridades. Y pronto, ese cambio será impulsado por los datos ricos.